Rebelión en Morena: Diputados denuncian imposiciones de Monreal y Haces Barba

La madrugada del pasado jueves, una sesión privada en la Cámara de Diputados expuso las fracturas internas de Morena. Y es que el operador político de Ricardo Monreal, Pedro Haces Barba, terminó por lograr imponer las presidencias de 15 comisiones, generando un profundo malestar entre los legisladores del partido. Con amenazas, presiones y una lista de 150 firmas que respaldaban una planilla única, Haces Barba logró imponer su voluntad en una de las sesiones más tensas que se recuerdan en el actual ciclo legislativo.
Amenazas y presiones desatan la rebelión
La sesión comenzó a las 3:30 a.m. en el auditorio Aurora Jiménez. A pesar de la hora inusual y del carácter privado del encuentro, la tensión fue evidente desde el inicio. Legisladores de Morena, molestos por las formas autoritarias con las que se estaban tomando las decisiones, comenzaron a alzar la voz. Uno de los momentos más críticos ocurrió cuando Haces Barba, en medio de la reunión, lanzó amenazas veladas a uno de sus compañeros: “Yo te conozco, sé por dónde andas”, dijo, según relataron algunos de los presentes.
El descontento no tardó en explotar. Cerca de 50 diputados abandonaron la sala en señal de protesta, denunciando la imposición de Haces Barba y las tácticas que calificaron como “propias del charrismo sindical”. Los legisladores cercanos a la presidenta Claudia Sheinbaum y al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, fueron los primeros en abandonar la sesión, destacando figuras como Gabriela Jiménez, Alfonso Ramírez Cuéllar y Manuel Espino.
La sombra de Monreal sobre Morena
Aunque Ricardo Monreal no estuvo presente en la sesión, su influencia y la de su operador, Haces Barba, fueron palpables. Desde hace meses, Monreal ha sido señalado por su control férreo sobre varios sectores de Morena, pero la sesión del jueves marcó un punto de inflexión en esta dinámica. Legisladores que hasta ahora se habían mantenido en silencio comenzaron a cuestionar abiertamente las decisiones de su líder y, en especial, la presencia de Haces Barba, quien ha sido calificado por varios de ellos como un personaje “incómodo” y “poco transparente”.
La imposición de Haces Barba como el encargado de la operación política de Monreal ha generado un malestar que ya no puede ocultarse. Las amenazas y la presión ejercida durante la designación de las comisiones han abierto una herida profunda dentro del partido, que muchos temen podría afectar la unidad de Morena de cara a las próximas elecciones.
¿Qué está en juego para Morena?
Las comisiones en la Cámara de Diputados son esenciales para el funcionamiento legislativo. De ellas dependen las decisiones sobre reformas clave, y quien las preside tiene una influencia considerable sobre el rumbo que tomarán estas iniciativas. La imposición de Haces Barba y las amenazas lanzadas durante la sesión no solo afectan el ambiente interno de Morena, sino que también podrían tener repercusiones en la opinión pública.
Los grupos dentro del partido que apoyan a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard han comenzado a organizarse para contrarrestar la influencia de Monreal y Haces Barba. La división es evidente, y aunque por el momento no se ha hecho pública una ruptura formal, los rumores sobre posibles fracturas dentro de Morena comienzan a cobrar fuerza.
Consecuencias a largo plazo
Lo ocurrido el jueves es solo el último episodio de una serie de tensiones internas que han ido creciendo en Morena. La imposición de comisiones, la presión ejercida sobre los diputados y las amenazas vertidas en la sesión son síntomas de una lucha de poder que parece estar lejos de resolverse.
El liderazgo de Monreal, una figura que ha sido clave para Morena desde su fundación, está siendo cuestionado desde dentro. El manejo autoritario de las decisiones y la presencia de figuras como Haces Barba podrían erosionar la base de apoyo que hasta ahora ha mantenido a Monreal en una posición privilegiada dentro del partido.
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¿Hacia dónde se dirige Morena?
La respuesta a esta pregunta dependerá en gran medida de cómo se resuelvan las tensiones internas en los próximos meses. La unidad del partido es esencial de cara a las elecciones venideras, y la división que se ha hecho evidente en esta sesión podría poner en riesgo su capacidad de movilización.
Si bien Morena ha mostrado una gran fortaleza electoral en los últimos años, las fracturas internas como la vivida el jueves podrían debilitar su cohesión y, por ende, su capacidad para mantener el poder.