Recientemente, las autoridades policiales de Texas llevaron a cabo una operación en la ciudad fronteriza de Eagle Pass, donde detuvieron a un grupo de 230 inmigrantes indocumentados. Este grupo, que había cruzado desde Piedras Negras, Coahuila, fue asistido por una banda de traficantes de personas.
Los detenidos provienen de diversas nacionalidades, incluyendo Brasil, Ecuador, Nicaragua, Guatemala, India, Turquía, Afganistán, Argentina, Colombia y República Dominicana. Todos ellos fueron enviados al Centro de Procesamiento de Val Verde para iniciar el proceso correspondiente.
La situación ha levantado alarmas entre las autoridades estadounidenses, que han notado un aumento preocupante en el tráfico de migrantes en Texas, especialmente en la región de Eagle Pass. Ante esta crisis, se están intensificando los esfuerzos para abordar no solo la migración ilegal, sino también la posible presencia de personas con intenciones terroristas.
Investigaciones recientes indican que tanto las autoridades de Estados Unidos como las de México están al tanto del líder detrás del tráfico de migrantes en Monterrey. Sin embargo, su captura sigue siendo un desafío. Reportes de Coahuila sugieren que este individuo está protegido por la Fuerza Civil, lo que dificulta las operaciones de detención.
Las autoridades continúan colaborando para desmantelar estas redes de tráfico humano y garantizar una mayor seguridad en la frontera. La situación en Eagle Pass subraya los complejos retos que enfrentan las agencias de seguridad en su lucha contra la migración ilegal y el crimen organizado.
