La Región Carbonífera enfrenta un desafiante problema de violencia familiar, con un alarmante 50% de las mujeres que denuncian agresiones terminando por perdonar a sus agresores y abandonar el procedimiento jurídico en su contra.
Según Griselda Rodríguez de los Santos, coordinadora regional de la Secretaría de la Mujer, la dependencia económica de las parejas es un factor significativo en esta decisión. A pesar de los esfuerzos de la Secretaría para brindar apoyo integral, incluyendo atención psicológica, médica y legal, muchas mujeres no completan el proceso y regresan con sus agresores.
La Secretaría de la Mujer insiste en la importancia de romper el ciclo de violencia y anima a las afectadas a denunciar y buscar ayuda en los Centros de Atención para la Mujer (CAM). La lucha contra la violencia familiar requiere un compromiso colectivo para proteger a las víctimas y garantizar su bienestar.
