Papa Francisco habla sobre la carta de renuncia que entregó a la Secretaría de Estado del Vaticano

El Papa Francisco ha aclarado en su próxima autobiografía, ‘Vida. Mi historia a través de la Historia’, que no tiene planes de renunciar a su posición como líder de la Iglesia Católica. Según informes del diario italiano Corriere della Sera, el Papa considera que su papel como líder de la Iglesia es vitalicio y no contempla una dimisión, a menos que exista un impedimento físico grave.
En el libro, escrito junto al periodista Fabio Marchese, el Papa explica que, si llegara a enfrentar un obstáculo insuperable para ejercer su cargo, ya tiene redactada una carta de renuncia que está en manos de la Secretaría de Estado del Vaticano. Sin embargo, aclara que esta medida es una precaución y no una posibilidad inminente.
«No veo condiciones para la renuncia. Las cosas cambiarían si se produjera un impedimento físico grave, y en ese caso ya firmé la carta de renuncia al inicio del pontificado que está depositada en la Secretaría de Estado», informa el diario italiano Corriere della Sera.
El Papa Francisco, de 87 años, enfatiza que se encuentra en buena salud y con muchos proyectos por delante. Descarta así las especulaciones sobre una posible renuncia, que algunos podrían haber esperado después de las cirugías y la reciente hospitalización por temas respiratorios. El Papa insiste en que, gracias a la bendición de Dios, sigue enérgico y comprometido con su labor pastoral.
En su autobiografía, además de abordar temas personales como su pasión por el fútbol o el por qué no ve la televisión y su visión sobre asuntos controvertidos como el aborto y la homosexualidad, el Papa también reflexiona sobre eventos históricos significativos, como el ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki, así como el golpe militar en Argentina.
Este relato íntimo promete ofrecer una nueva visión más real sobre la vida y el pensamiento del líder religioso, «La vida. Mi historia en la historia”, será publicada en América y Europa por HarperCollins. La obra está escrita por el Papa Francisco y su amigo Fabio Marchese Ragona, corresponsal de Mediaset en el Vaticano.