Ellas sí que saben facturar
Los ingresos por verlas competir en los campos y canchas deportivas superarán los mil millones de dólares en el próximo año.

Los ingresos a nivel mundial de las competiciones deportivas femeninas superarán por primera vez la barrera de los mil millones de dólares en 2024, según las estimaciones de la consultora Deloitte.
En total, los expertos financieros de la firma británica estiman para el próximo año 2024 una cifra de negocios global de 1280 millones de dólares, alrededor de 1160 millones de euros.
Impulsado por el éxito de la Copa del Mundo organizada por Australia y Nueva Zelanda, el fútbol contaría con un peso por sí mismo de 555 millones de dólares (505 millones de euros).
Más del 50 por ciento de los ingresos de las competiciones femeninas seguirán procediendo de América del Norte, a pesar del rápido crecimiento del futbol femenino en Europa.
Estos últimos años hemos observado un crecimiento excepcional del deporte femenino a través del mundo, llevando a un aumento significativo de su valor comercial, lo que ha motivado un interés creciente de los inversores”, apuntó Jennifer Haskel, analista del departamento Deportes y Negocios de Deloitte.
El interés televisivo y de la juventud ha despertado mayor apasionamiento por ver a las mujeres en competencia, además de que, al parecer, tienden a enfocarse más al deporte en la cancha que los hombres.
El deporte femenino está considerado cada vez más como un producto a todos los efectos, distinto del deporte de élite masculino”, añade Haskel.
La tendencia se mantendrá en principio los próximos años, reforzada por un aumento de los derechos de retransmisión pagados por las cadenas de televisión o las plataformas de contenidos.

Actualmente, los ingresos comerciales (convenios de patrocinio, acuerdos comerciales y venta de productos derivados) representan más del 50 por ciento de la cifra de negocios de las competiciones deportivas femeninas.
Deloitte prevé que los deportes de élite femeninos generarán ingresos globales de 1280 millones de dólares en 2024. Este total es al menos un 300 por ciento más alto que la valoración anterior de la consultora hace tres años.
El pronóstico de Deloitte se basa en las tres categorías principales de ingresos del deporte femenino: taquilla, retransmisión y acciones comerciales. Los ingresos comerciales, que incluyen patrocinios de clubes, asociaciones y ventas de merchandising, representan actualmente la mayor parte de los ingresos totales (696 millones de dólares, 55 por ciento). A esto le siguen los ingresos por retransmisiones (340 millones de dólares, 27 por ciento) y los ingresos en taquilla (240 millones de dólares, 18 por ciento).
Se prevé que los dos deportes femeninos más valiosos sean el futbol (555 millones de dólares, 43 por ciento) y el basquetbol (354 millones de dólares, 28 por ciento), mientras que se prevé que los mercados geográficos más grandes en 2024 sean América del Norte (670 millones de dólares, 52 por ciento) y Europa (181 millones de dólares, 14 por ciento).
Jennifer Haskel, analista de deportes y negocios de Deloitte, asegura que “este aumento en la participación de los aficionados y los inversores está generando nuevas y mejores oportunidades para los clubes y ligas, incluidas mayores asociaciones comerciales, una mayor participación y jornadas de partido más grandes”.
MÉXICO SE SUMA
La Liga MX Femenil aumentó 176 por ciento de 2021 a 2023 en audiencia según reportó HR Media, por lo que su crecimiento en interés va de la mano con las competiciones de Europa.
El desarrollo acelerado del futbol de mujeres en el país va de la mano con las condiciones de FIFA para mantener la sede del Mundial a México en 2026 y por lo tanto se han buscado iniciativas para que no desaparezca el trabajo para estas mujeres.
El Senado de la República hizo un sismo cuando anunció que presentaba la iniciativa de ley para la equidad de salario en el deporte femenino y la falta de comunicación puso a temblar a la misma presidenta de la Liga MX femenil, Mariana Gutiérrez, quien había declarado que desaparecería la competencia.
Al final, se aclaró que la iniciativa de ley no buscaba que las jugadoras ganaran lo mismo que los hombres, sino que contaran con un salario base para que de ahí en adelante, cada club decidiera cuánto pagar como máximo, esto con la intención de que estuvieran afiliadas al Seguro Social con derecho a pensión.
Con información de AFP.