Caifanes levanta la voz a las causas sociales
La agrupación cerró el año con dos conciertos en el Palacio de los Deportes, en donde hizo visible su apoyo a las causas sociales

A lo largo de los años que Caifanes se ha mantenido activo, una de las cosas que ha caracterizado a la banda de rock mexicana es expresarse por los problemas sociales que se viven en el país. En cada concierto que ofrecen abren un espacio para las situaciones que urgen tener visibilidad, y el viernes, el show del Palacio de los Deportes, no fue la excepción.
Con la presencia de Vivir Quintana en el escenario, Saúl Hernández hizo un llamado para crear consciencia de que en México “se necesitan más hombres y menos machos”, uniéndose a la causa contra los feminicidios en México; la agrupación también resaltó la urgencia de darle respuesta a la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y el asesinato de periodistas.
A las 21:05 horas, los músicos tomaron sus lugares en el escenario y con Hasta que dejes de respirar fue como la banda comenzó el ritual —casi anual— con los 18 mil fans que se dieron cita en el inmueble.
Después de calentar motores, los caifanes no dudaron en dar el primer golpe de energía a sus fieles seguidores con Viento, la cual hizo que los celulares se mantuvieran en el aire para eternizar el momento, mientras las miles de voces se hacían una con la de Saúl, y Diego le ponía un toque muy especial con su saxofón.
Los primeros acordes de Detrás de ti fueron el siguiente shot de rock con el que algunos de los presentes se animaron a bailar… sentados en sus lugares, pero eso sí, no podían dejar de cantar el clásico.
“Muchas gracias, es un sueño estar frente a ti raza, es espectacular y hermoso este sueño, estamos en nuestra casa, el D.F., el aplauso es para ti”, lanzó el vocalista antes de que las notas de Te estoy mirando hicieran que las personas en la pista se levantaran de sus lugares con celular en mano.
Después de 13 años de que se volvieran a reunir, Caifanes le ha dado una refrescada a las rolas que los colocaron en los 90 como una de las bandas más importantes del rock nacional, por eso temas como Nunca me voy a transformar, Debajo de tu piel —en la que los tatuajes de los fans fueron protagonistas en las pantallas— y Dioses ocultos desplegaron esos nuevos arreglos que tienen desde hace ya algún tiempo.
“Muchas gracias, viene un bloque muy sensible de denuncia, de conciencia; vamos a empezar con una nueva canción que se llama Inés. La musica es su refugio, la única zona de convivencia”, dijo Saúl a sus fans quienes escucharon atentos la rola… y otros aprovecharon para pedir otra chela.
Es casi imposible que los asistentes a un show de Caifanes no se sepan las letras de casi todas, o todas las canciones, y eso es una garantía para que sean shows memorables.
Tener 18 mil personas cantando rolas como Metamorféame, la cual tuvo un ritmo mucho más lento que la original y Hasta morir, dónde el vocalista pidió al público que acompañaran el ritmo con las palmas, se vuelven experiencias únicas.
“Hace tiempo, cuando empezamos a sacar música, se escuchaba en inglés y paralelo a eso había grupos que cantaban en español, pero cuando estaba en la secundaria y un amigo me enseñó un disco y había una canción en particular que me rompió la cabeza, entendí de qué se trataba hacer música, que es algo mágico, y esa canción es de Guillermo Briseño y quisiera darle un aplauso muy grande, porque él fue el que me ayudó a hacer lo que hoy hago”, expresó Saúl antes de recibir a Briseño en el escenario e interpretar María de mis alquimias.
“Hace tiempo estuvimos hablando de los feminicidios, hace 15 años hemos hablado de esto, tenemos un problema grave, raza, porque necesitamos más hombres y menos machos, más justicia y menos campañas para los votos y que las mujeres sean libres”, comentó Saúl antes de presentar Canción sin miedo, de Vivir Quintana, quien estuvo presente en el escenario. “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, gritó Quintana al término de la canción.
Una vez más Caifanes no dejó pasar la oportunidad de reconocer el trabajo de los periodistas en México y cómo, en algunos casos, el oficio se ha convertido en el pretexto para callarlos. Por eso Antes de que nos olviden retumbó por todo el recinto con un coro que abrazó el ambiente e hizo que se erizara la piel.
Elefante fue el preámbulo de Para que no digas, con la que la gente por fin se animó a levantarse a bailar, tendencia que siguió con Nubes, Cuéntame y Mátenme porque me muero.
Con un diseño de iluminación que por momentos simulaba el espacio y las estrellas rodeando a la audiencia, llegaron temas como Ojo de venado, Aviéntame, Afuera —con un arreglo diferente que hacía extrañar las guitarras de la original— y Nos vamos juntos.
Tras un solo de saxofón de Diego Herrera y la entonación del Himno Nacional, Caifanes dio el último golpe de energía cuando Aquí no es así, el cóver de Juan Gabriel Te lo pido por favor, No dejes que y La célula que explota enloquecieran a los fans a quienes despidieron con La negra Tomasa.