Cárteles se llevan a mujeres migrantes para abusar de ellas en la frontera de México con EEUU

Carolina, una migrante venezolana de 37 años, vivió una pesadilla que ningún ser humano debería experimentar cuando fue privada de la libertad en una ciudad fronteriza mexicana en mayo. En lugar de ser retenida para un rescate, fue víctima de abuso por parte de sus captores, una realidad que está afectando cada vez más a migrantes en Reynosa y Matamoros, dos ciudades clave en la ruta de inmigrantes hacia Estados Unidos.
Carolina relató su traumática experiencia, donde uno de los hombres que la capturó abusó de ella en lugar de exigir un rescate. Esta historia se ha vuelto lamentablemente común en estas ciudades fronterizas.
Una activista anónima que trabaja con migrantes confirmó los detalles de este terrible relato. Carolina finalmente logró llegar a Estados Unidos en julio, pero su historia es solo un ejemplo de la creciente violencia por parte del crimen organizado que afecta a quienes buscan cruzar la frontera.
Según datos del gobierno mexicano, grupos humanitarios y testimonios de víctimas, el aumento de la violencia contra mujeres migrantes en Reynosa y Matamoros es alarmante. Las investigaciones criminales por abusos de ciudadanos extranjeros, excluyendo a estadounidenses, han alcanzado niveles récord en estas dos ciudades en 2023.
El Departamento de Estado de EE. UU. considera a Tamaulipas, el estado en el que se encuentran estas ciudades, como el más peligroso a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
En un intento por controlar el aumento de cruces fronterizos ilegales, la administración del presidente Joe Biden implementó un nuevo sistema en mayo que requiere que los migrantes obtengan una cita a través de la aplicación CBP One para ingresar legalmente a Estados Unidos. Sin embargo, este sistema ha tenido consecuencias no deseadas, incluido un aumento de la violencia en las ciudades fronterizas.
El alto riesgo de secuestro y agresión sexual en Reynosa y Matamoros ha llevado a muchos migrantes a cruzar ilegalmente. Aunque la nueva política busca reducir la dependencia de los traficantes de personas, los expertos señalan que los grupos criminales continúan exigiendo pagos a los migrantes.
“La violación es parte del proceso de tortura para conseguir el dinero”, afirma Bertha Bermúdez Tapia, socióloga de la Universidad Estatal de Nuevo México.
Los Carteles del Golfo y del Noreste están activos en la región y secuestran a inmigrantes para exigir rescates, especialmente aquellos que no cuentan con la protección de los “coyotes”. Sin embargo, estos grupos son difíciles de contactar.
El proceso de obtener una cita en la aplicación CBP One ha llevado a algunos migrantes a pasar más tiempo en la peligrosa región fronteriza, compitiendo por un número limitado de espacios. Esto ha aumentado la vulnerabilidad de estos individuos.
Las autoridades estadounidenses han expresado su preocupación por los informes de agresiones en estas dos ciudades. Se han suspendido temporalmente las citas de CBP One en otra ciudad fronteriza de Tamaulipas, Nuevo Laredo, debido a preocupaciones de extorsión y secuestro.
Sin embargo, la administración de Biden defiende su política, argumentando que ofrece una alternativa más segura a los migrantes.
La mayoría de las víctimas no denuncian los ataques por temor, lo que significa que las estadísticas oficiales representan solo una fracción de los casos reales.
Las autoridades mexicanas, incluido el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas y la Secretaría de Relaciones Exteriores, no han proporcionado respuestas sobre la violencia sexual contra migrantes.
El problema persiste y, mientras tanto, miles de migrantes continúan enfrentando un camino peligroso en busca de una vida mejor en Estados Unidos. Con información de Reuters.