El entrenador del RB Leipzig, Marco Rose, reclamó una intervención del Estado más dura contra la incitación al odio en Internet tras los ataques racistas sufridos por el defensa de su equipo Benjamin Henrichs, similares a los recibidos también por el español Nico Williams, delantero del Athletic Club.
“Tengo la impresión de que deberían imponerse castigos más rigurosos, que el Estado debería reflexionar sobre ello. Simplemente sacando a esas personas de circulación durante unos días”, comentó Rose.
“Encerrándolos durante unos días, entonces posiblemente haría que uno o dos de ellos pensaran en comportarse como una persona normal y social”, agregó el entrenador del Leipzig, en alusión a quienes habían insultado a Benjamin Henrichs.
Henrichs denunció este jueves que había sido objeto de numerosos ataques racistas y despectivos después de la reciente victoria de su equipo ante el Borussia Dortmund en los cuartos de final de la Copa de Alemania.
“Hemos ganado 2-0 en la Copa contra el Dortmund y les voy a enseñar cómo son mis DM (mensajes privados) después de una victoria así en la Copa. Diviértanse“, dijo Henrichs en un video publicado en la red social TikTok.
En el mismo video, Henrichs ofreció pantallazos de mensajes privados, en los que tanto su familia como él eran objeto de insultos. Algunos de ellos manifestaban su deseo de que el jugador se lesione. “Vivimos en una sociedad en la que cualquiera puede difundir el odio y el racismo en Internet“, escribió el jugador alemán, de 26 años.
Según informaciones, Henrichs recibe a menudo mensajes de odio, pero nunca de forma tan intensa como tras ese partido ante el Dortmund. Aunque estudia emprender acciones legales, no quiere hacer más comentarios públicos al respecto.
En este sentido, la agencia de representación del español Nico Williams, y “de manera consensuada” con el propio delantero ‘león’, pidió el pasado miércoles “erradicar” de las redes sociales “los insultos y las faltas de respeto” porque “no todo vale”.
Williams y su agencia tomaron esta decisión después de haber desactivado sus perfiles digitales a causa de la “presión” que supusieron tales insultos racistas, a raíz de que el Athletic fuese eliminado por Osasuna en las semifinales de la Copa del Rey.
