Más de la mitad de las personas en el país reconoce que su pareja les revisó el celular sin permiso, y casi la mitad admite haber hecho lo mismo. Los celos y la desconfianza ya no se viven en cartas ni en miradas, sino en pantallas bloqueadas y contraseñas, revela el estudio Vínculos digitales y relaciones disfuncionales del Centro de Opinión Pública de la UNITEC.

La práctica es más común entre mujeres (53%) que entre hombres (42%).

Los principales motivos: celos e inseguridad (20%), querer saber con quién hablaba la pareja (20%) y sospechas de infidelidad (17%).

El estudio también muestra que el uso cotidiano de redes sociales refuerza estas dinámicas: ocho de cada 10 personas revisan sus plataformas cuando deberían estar haciendo otra cosa; siete de cada 10 comienzan el día mirando el teléfono, y una proporción similar lo revisa antes de dormir.

El stalkeo está igualmente normalizado: cuatro de cada 10 admiten revisar perfiles ajenos sin interactuar y dos de cada 10 lo hacen con cuentas falsas. Incluso, casi dos de cada 10 vigilan con frecuencia las redes de su expareja.

Las plataformas de citas tampoco se quedan atrás: casi cuatro de cada 10 han usado estas apps; de ellos, siete de cada 10 salieron con alguien y casi la misma proporción inició una relación. Sin embargo, dos de cada 10 tuvieron experiencias negativas, desde encontrarse con perfiles falsos hasta citas con personas distintas a sus fotos.

Y aunque ocho de cada 10 encuestados aseguran tener una relación “sana” con sus redes sociales, la realidad contradice esa percepción: 81% fue testigo de comentarios ofensivos en la última semana y casi cuatro de cada 10 ha sido blanco directo de agresiones en línea.