En un hecho lamentable ocurrido el viernes por la tarde, Gabriel se vio envuelto en una situación de peligro mientras se dirigía a su casa. Lo que comenzó como un gesto amistoso, al aceptar la oferta de un amigo para darle “rait” en su motocicleta, se convirtió en una experiencia aterradora.
Mientras viajaban, sin previo aviso, el conductor de la moto, identificado como Erik Acuña, residente del Barrio El Bajío, sorprendió a Gabriel al detenerse repentinamente y luego lo atacó con un arma punzocortante. La rápida sucesión de eventos dejó a Gabriel en una situación de vulnerabilidad y peligro inminente.
Este incidente resalta la importancia de estar atentos a nuestras interacciones y entornos, incluso en situaciones aparentemente cotidianas. La violencia inesperada y sin provocación es un recordatorio escalofriante de los peligros que pueden acechar en cualquier momento y lugar.
